Los trastornos de ansiedad se tratan con psicoterapia o con una combinación de mediación y psicoterapia. La medicación no cura los trastornos de ansiedad, pero los puede mantener bajo control mientras recibe psicoterapia. Lo primero que debemos hacer es llevar a cabo una evaluación diagnóstica que determine si los síntomas presentes en el paciente no están causados por un problema físico. Una vez que estemos seguros que su origen es psicológico, se debe identificar qué tipo de trastorno o combinación de trastornos se encuentran presentes. Los trastornos de ansiedad más frecuentes son: trastorno obsesivo-compulsivo (TOC), trastorno de pánico, trastorno de estrés postraumático (TEPT), trastorno de ansiedad generalizada (TAG), fobia social (o trastorno de ansiedad social) y fobias específicas.
Tratamiento farmacológico de los trastornos de ansiedad
Es muy importante que nos informe de si ha existido o aún está tomando algún tipo de medicación previa o ya ha recibido algún tipo de tratamiento para tratar su ansiedad. Los principales grupos de medicamentos que se recomiendan son ansiolíticos, antidepresivos (que aunque originalmente fueron elaborados para tratar la depresión, son efectivos para los trastornos de ansiedad) y bloqueadores beta que controlan algunos síntomas físicos.
Dentro de los medicamentos ansiolíticos más comunes se encuentran las benzodiazepinas, para la fobia social y el trastorno de ansiedad generalizado el clonazepam (Klonopin®), el lorazepam (Ativan®) para el trastorno de pánico y el alprazolam (Xanax®) utilizado tanto para el trastorno de pánico como para el trastorno de ansiedad generalizado. Los tricíclicos incluyen la imipramina (Tofranil®) y la clomipramina (Anafranil®). Algunos de los más recientes antidepresivos se llaman inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina. Dentro de este grupo se encuentran la fluoxetina (Prozac®), sertralina (Zoloft®), escitalopram (Lexapro®), paroxetina (Paxil®) y citalopram (Celexa®). Los inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina producen menos efectos secundarios que los antidepresivos antiguos.
Tratamiento psicológico para los trastornos de ansiedad
La terapia cognitivo-conductual se ha mostrado muy útil para el tratamiento de los trastornos de ansiedad, existiendo evidencias de que su efecto dura más que la medicación para los trastornos de pánico, los obsesivos-compulsivos, fobia social y trastornos de estrés postraumático. Su objetivo es ayudar a los pacientes a cambiar los patrones de pensamiento que producen sus miedos y las conductas relacionadas, provocando un cambio en la forma en que reaccionan ante las situaciones que provocan su ansiedad. Para que resulte efectiva ajustamos la terapia a cada persona y sus necesidades específicas. No tienen ningún efecto secundario, excepto la propia ansiedad que aumenta ligeramente cuando se trabaja con ella. La duración del tratamiento es variable, pudiendo durar hasta tres meses.
Las sesiones discurren identificando las ideas irracionales que mantienen los temores, entrenando la habilidad del paciente para rebatirlos y asignando tareas para que las realicen fuera de la consulta. Por ejemplo, la terapia enseña a los pacientes que sufren trastorno de pánico a aprender que sus crisis no son ataques cardiacos como ellos temen o, en el caso de la fobia social, aprenden a superar las creencias irracionales de que los que les rodean le están observando, hablando de él o riéndose a sus espaldas. Para las personas con miedo a la suciedad y los gérmenes se busca que logren periodos de tiempo cada vez mayores sin lavarse las manos. En general, el objetivo de la terapia es devolver el control de su vida a los pacientes, que llegan a nuestro despacho desbordados por sus temores y angustias y con la sensación de que no controlan su día a día.