¿Es necesaria una huelga de juguetes?¿Son los juguetes sexistas?

La ideología de género defiende continuamente que son los factores sociales y culturales los que establecen las diferencias entre hombres y mujeres. Campañas como la “Huelga de juguetes”, defendida por el ministro Alberto Garzón, contra los estereotipos sexistas en los anuncias son un ejemplo de esto. En este artículo referiremos algunos de los descubrimientos que aporta la ciencia, que vienen a desmontar la ideología que sostiene la idea del sexismo implícito en los juguetes. Este tema fue tratado en el programa de Fin de Semana de la COPE, en la tertulia de chicos, donde José Miguel Gaona y José Manuel Aguilar expusieron datos científicos que desmontan las pretensiones de la ideología.

Un documental de la televisión noruega

Este tema es un tema muy anticuado para la ciencia; sin embargo, la ideología lo retoma año tras año, de forma machacona, siempre impermeable a los conocimientos científicos. Por esta razón, en este artículo resumiremos el documental de la televisión noruega de 2010 donde se llevó a cabo una investigación sobre los distintos argumentos que los investigaciones de género y los científicos ofrecen para explicar las diferencias en las elecciones -en juguetes, pero también laborales y de conducta- entre hombres y mujeres. El entrevistador visitó a distintos investigadores, resumiendo y confrontando sus posturas. 

Investigación internacional

Camilla Schreiner, investigadora del Centro de Ciencias de la Universidad de Oslo,, entrevistando a adolescentes de 20 países descubrió que, al preguntarles qué les apetecía aprender, en aquellos países menos avanzados en igualdad las chicas decían preferir estudios técnicos, es decir, que cuanto más igualitaria es la sociedad menos se acercan los intereses entre géneros. En concreto, cuanto más igualitaria sea la sociedad, menos se interesan las chicas en materias técnicas. 

Investigación desde la perspectiva de género

En el video se muestra cómo la perspectiva de género de los investigadores determina que lleven a cabo afirmaciones negando la importancia de la genética en este problema. Cathrine Egeland, investigadora del Instituto de Investigación Laboral de Noruega, y Jørgen Lorentzen, del Centro Interdisciplinar de Investigación de Género de la Universidad de Oslo, niegan que las diferencias genéticas sean relevantes en las diferencias encontradas en la elección de hombres y mujeres en la elección de intereses.

Investigación desde la Psicología

El profesor de Psicología de la Universidad del Estado de California Richard Lippa, en asociación con la BBC, realizó una encuesta en Internet (Sex Differences in Sex Drive, Sociosexuality, and Height across 53 Nations: Testing Evolutionary and Social Structural Theories: https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/17975724/) con 200.000 participantes de 53 países de Europa, América, África y Asia. En la encuesta les preguntó en qué les apetecía más trabajar. Los hombres prefirieron ocupaciones relativas ingeniería y mecánica, mientras que las mujeres estaban interesadas en materias más relacionadas con trabajar con otras personas. Si hubiera diferencias culturales, sería esperable que el estudio presentara diferencias; sin embargo, el estudio mostró idénticos resultados, independientemente de que el país fuera Noruega o Arabia Saudita.  Estos resultados apoyarían una raíz biológica en la diferencia encontrada.

Investigación desde la Psiquiatría

El profesor de Psiquiatría Infantil y Adolescente de la Universidad de Oslo, Trond Diseth ha estudiado si existen diferencia de género a temprana edad. En los casos de niños con malformaciones genitales congénitas, ha diseñado una prueba para averiguar si es niño o niña. Ubicando a bebes delante de juguetes típicamente definidos como femeninos, masculinos y neutros, advirtieron que los niños sin problemas, a partir de los nueves meses, eligen juguetes de forma diferente, inclinándose los niños hacia los juguetes típicamente masculinos y las niñas hacia aquellos definidos clásicamente como femeninos.

Investigación desde la Biología

Simon Baron-Cohen, profesor de psiquiatría en el Trinity College de Cambridge, ha investigado con bebés de un día de edad, ofreciéndoles un estímulo visual: un objeto mecánico o una cara y registraron el tiempo que los niños pasaban mirando el objeto. Las niñas preferían la cara, mientras que los niños miraban el objeto mecánico. El profesor sitúa estas diferencias en el nivel de testosterona en el útero materno. En otra investigación, midieron el nivel de esta hormona en las madres y luego siguieron el comportamiento del niño, descubriendo que cuanto más alto es el nivel de testosterona en la madre gestante, más lento se producía el desarrollo del lenguaje y menos contacto visual establecía en la primera infancia, es decir, hasta los dos años. Las niñas que recibieron mayores niveles de testosterona en la gestación se inclinaron por juguetes típicamente considerados de niños. En un seguimiento de estos niños hasta los ocho años, encontraron que los niños con mayor nivel de testosterona mostraban menos empatía y estaban mucho más interesados en “sistemas”, en entender cómo funcionan las cosas. Por tanto, teniendo en cuenta sus niveles de esta hormona, puedes predecir su comportamiento.

Investigación desde la Psicología Evolutiva

Anne Campbell, psicóloga evolutiva de la Universidad de Durham, Gran Bretaña, plantea que la evolución ha definido roles distintos para hombres y mujeres, seleccionando en las mujeres aquellos que favorecerían la crianza de los hijos: empatía, evitación de conflictos donde pueden resultar heridas o excluidas socialmente. Estos mecanismos determinarían sus inclinaciones hacia una actividad u otra. La investigadora afirma, al hilo de la primera investigación que aquí señalábamos, que cuanto más se libera a las personas de una sociedad, cuantas más oportunidades se les ofrece, más probable que una predisposición genética se exprese.

Conclusiones

En resumen, las investigaciones parecen indicar que cuanto más igualitaria sea una sociedad más probable es que se exprese realmente las inclinaciones de los individuos que la forman, definiendo las diferencias genéticas con las que todos nacemos. Por tanto, sería lícito pensar que si un niño elige uno u otro juguete, lo que está expresando es su libertad, algo que parece no estar relacionado con la ideología siempre cambiante y efímera del gobierno de turno.

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